LA CINEFILIA NO ES PATRIOTA

DEDICADO AL CINE PERUANO QUE AÚN NO EXISTE

Wednesday, November 30, 2011

EL 'CINECLUB INVISIBLE' SE HACE VISIBLE EN KOCA KINTO, CON RAÚL PERRONE, VÍA SKYPE, DESDE MAÑANA A LAS 8.




Ciclo

1 de Diciembre:
Graciadió de Raúl Perrone (Argentina, 1997) (video conferencia por Skype después de la proyección).
8 de Diciembre:
La pausa dels morts de Samuel Sebastián (España, 2011) (vc. por skype después de la proyección).

15 de Diciembre:
Piotr: una mala traducción de Martín Seeger (Chile, 2009) (vc. por Skype después de la proyección).
22 de diciembre:
Sinmute de Javier Bellido y Ana Balcázar (Perú, 2010) (musicalizada en vivo por el grupo Puna, con presencia de los realizadores).

Más información

Programación/Coordinación
Herbert Bazán

AUSPICIADO POR LA ASOCIACION PERUANA DE CINE INDEPENDIENTE COMO PARTE DE LAS PROYECCIONES PRE-FESTIVAL DE "LIMA INDEPENDIENTE - FESTIVAL DE CINE"


Tuesday, November 22, 2011

EL PENSAMIENTO LIBRE, POR BERTRAND RUSSELL.



...Se dirá que la alegría de la aventura intelectual debe de ser rara, que habrá pocos que la aprecien y que la educación ordinaria no puede tomar en cuenta un bien tan aristocrático. No lo creo así. La alegría de la aventura intelectual es más común en los jóvenes que en los hombres y mujeres maduros. Entre los niños es muy frecuente y se manifiesta de una manera natural durante el periodo del artificio y de la fantasía. Es raro en su vida posterior porque se hace todo lo posible para anularla durante su educación. Los hombres temen al pensamiento como no temen a ninguna otra cosa en la Tierra: más que a la ruina, más que a la muerte. El pensamiento es subversivo y revolucionario, destructor y terrible; el pensamiento es inclemente con los privilegios, las instituciones establecidas y los hábitos cómodos; el pensamiento es anárquico y sin ley, indiferente a la autoridad y despreocupado de la bien probada sabiduría de la edad. El pensamiento contempla el abismo del infierno y no se asusta. Acompaña al hombre, una débil partícula rodeada de insondables profundidades de silencio; sin embargo, se apoya en sí mismo orgullosamente, tan impasible como si fuese el señor del universo. El pensamiento es grande, veloz y libre; la luz del mundo y la gloria principal del hombre.

Pero si el pensamiento ha de ser posesión de muchos, no privilegio de unos pocos, hemos de acabar con el temor. Es el temor el que hace retroceder a los hombres: el temor a que sus queridas creencias resultan erróneas; el temor a que las instituciones por las que viven resulten perjudiciales, el temor a que ellos mismos sean menos dignos de respeto de lo que se imaginan. "¿Debe pensar libremente el trabajador acerca de la propiedad? Entonces ¿qué será de nosotros los ricos? ¿Deben pensar libremente los jóvenes en las cuestiones sexuales? Entonces ¿qué será de la moralidad? ¿Han de pensar los soldados libremente acerca de la guerra? Entonces ¿qué será de la disciplina militar? ¡Fuera el pensamiento! ¿Regresaremos a las sombras del prejuicio para que la propiedad, la moral y la guerra no resulten comprometidas? Es preferible que los hombres sean estúpidos, perezosos y opresivos a que su pensamiento sea libre, pues si su pensamiento fuese libre no pensarían como piensan. Y a toda costa debe impedirse este desastre." Así argumentan los adversarios del pensamiento en la inconsciente profundidad de sus almas. Y así obran en sus iglesias, en sus escuelas y en sus universidades.

Ninguna institución inspirada en el temor puede fomentar la vida. La esperanza, no el temor, es el principio creador en los asuntos humanos. Todo lo que ha engrandecido al hombre ha brotado del esfuerzo por alcanzar lo que es bueno, no de la lucha para conjurar lo que se creía que era malo. Debido al hecho de que la educación moderna raras veces se inspira en una gran esperanza, hay tan pocas que logran un gran resultado. El deseo de conservar el pasado más bien que la esperanza de crear el futuro domina las mentes de quienes controlan la enseñanza de la juventud. La educación no debe tender a un conocimiento pasivo de hechos muertos, sino a una actividad encaminada hacia el mundo que nuestros esfuerzos han de crear. Debe inspirarse, no en un anhelo melancólico por las bellezas extintas de Grecia y del Renacimiento, sino en una visión brillante de la sociedad que ha de ser, de los triunfos que el pensamiento conseguirá en lo por venir y del anchuroso y eterno horizonte de la perspectiva humana sobre el universo. A quienes se enseñe con este espíritu estarán llenos de vida, de esperanza y de alegría, y serán capaces de sobrellevar su parte a fin de asegurar a la humanidad un futuro menos sombrío que el pasado, con fe en el esplendor que el esfuerzo humano puede crear.


Principles of Social Reconstruction, 1916.







Friday, November 18, 2011

EL ESPACIO ENTRE LAS COSAS, DE RAÚL DEL BUSTO, GANA EL CONCURSO DE PROYECTOS DE OBRAS DE LARGOMETRAJE PARA POSTPRODUCCIÓN 2011



A LA COMUNIDAD

CONCURSO DE PROYECTOS DE OBRAS DE LARGOMETRAJE

PARA POSTPRODUCCIÓN - 2011

ACTA FINAL DEL JURADO

De conformidad con el documento de convocatoria y a la Ley de Cinematografía Peruana Nº 26370 y su Reglamento Decreto Supremo Nº 42-95-ED, en la ciudad de Lima, el jueves 17 de noviembre de 2011, se reunió el jurado del Concurso de Proyectos de Obras de Largometraje para Postproducción 2011, integrado por la productora Julia Gamarra Hinostroza (Presidente), el jefe de área Efraín Agüero Solórzano y el jefe de área Eric Williams Albites, tras el análisis y complejo proceso de deliberación entre los cuatro proyectos presentados a concurso, declaran como película ganadora a:

EMPRESA
PROYECTO
DIRECTOR
Intro Films S.R.L.
El espacio entre las cosas
Raúl del Busto

Porque logra complementar el argumento de la obra con una propuesta estética y audiovisual expresiva, sumada a su viabilidad de finalización y exhibición en diversos soportes.

Saludamos la participación de los cuatro proyectos y confiamos en su próxima finalización y exhibición en el circuito nacional.

JULIA GAMARRA - PRESIDENTE
ERIC WILLIAMS
EFRAIN AGUERO
Dirección de Industrias Culturales
MINISTERIO DE CULTURA

Telf.(511) 618-9393 anexo 3500

Av. Javier Prado Este 2465

Lima, 41 San Borja

conacine@mcultura.gob.pe

www.conacine.pe



Friday, November 11, 2011

CINEASTA DISTINGUIDO, LUIS FIGUEROA, REQUIERE APOYO POR PROBLEMAS DE SALUD.




De: Apacheta Peru
Enviado: viernes 4 de noviembre de 2011 16:47
Asunto: Salud de Luis Figueroa

Cusco, 4 de noviembre del 2011
Buenas tardes a todos ustedes:
La presente es para contarles que nuestro querido amigo y respetado cineasta Luis Figueroa está mal de salud y tiene que invertir S/. 1,500.00 mensuales en medicinas, dinero que no tiene.

Todos sabemos de sus reconocimientos internacionales, pues ha representado al Perú en un sin número de festivales cinematográficos, pero en nuestro país jamás se le asignó una pensión.
Es por este motivo que apelo a vuestro cariño y respeto hacia él, para convocarlos a hacer un fondo económico común que lo ayude a salir de este impasse.

Les agradeceré pasar por Apacheta a dejar su contribución y allí se les dará un recibo; luego se hará una relación de todas las personas que se han comprometido con esta situación y el total se le entregará a Lucho, para que pueda solventar sus gastos.

Si conocen a alguna persona que pudiera estar interesada en ayudar, por favor reenvíenle este mail.

Un saludo a todos y si para cualquier duda o aclaración, por favor comunicarse conmigo a la tienda 23-8210, o mi celular 984-716918.
Gabriela Cuba


VER





Thursday, November 10, 2011

¡RECORD DE PARTICIPANTES EN FENACO PERÚ! 2011




El VIII Festival Internacional de Cortometrajes, FENACO Perú 2011, superó el record de convocatoria de las siete ediciones anteriores, ya que más de novecientos cortometrajes de 44 países se inscribieron, lo que lo convierte en el certamen de cine nacional, y uno de los de América Latina, con mayor cantidad de obras participantes de diferentes continentes.

Este año se cuentan con películas de Alemania, Argentina, Australia, Bélgica, Bolivia, Brasil, Bulgaria, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Corea del Sur, Croacia, Cuba, Dinamarca, Ecuador, Egipto, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Grecia, Guatemala, Holanda, Hungría, India, Inglaterra, Irán, Israel, Italia, Marruecos, México, Nicaragua, Paraguay, Polonia, República Checa, República Dominicana, Rusia, Serbia, Suiza, Taiwán, Turquía, Uruguay y Zambia. Y por Perú, más de un centenar de trabajos en competencia provenientes de Lima, Cusco, Arequipa, Chiclayo, Huancayo, Huaraz, Iquitos, Juliaca, Tarapoto; entre otras zonas del país.

Del 17 al 19 de noviembre, Cusco tendrá una verdadera avalancha de películas, proyectándose los 462 cortometrajes clasificados en competencia nacional, internacional, estudiantil y escolar en cinco auditorios de la ciudad imperial. Asimismo, se presentarán muestras de los cortometrajes galardonados de sus últimas ediciones del Festival de Cine de Huesca en España, Florianópolis Audiovisual Mercosul - FAM de Brasil, del Festival Latinoamericano De Artes y Audiovisuales - FLVR del Centro Audiovisual de Rosario Argentina y del Festival de Cine Lima Independiente. También se exhibirá obras del DOC-Point, Festival de Cine Documental de Helsinki Finlandia, uno de los más importantes en su género en el mundo; se realizará un homenaje por los 25 años de la Escuela de Cine y Televisión (EICTV) de Cuba, con exhibición de trabajos recientes de este destacado centro de estudios iberoamericano, y una muestra de cine digital independiente peruano y finalmente en calidad de estreno se exhibirá la película peruana “Las malas intenciones” de Rosario García Montero.

El jurado de FENACO para los cortos nacionales esta conformado por importantes personalidades internacionales, como la reconocida actriz suizo- peruana, Q'orianka Kilcher; la productora argentina Silvia Pérez Trejo; la representante de IRTP de Portugal Isabel Borges; la coordinadora del Departamento de Cortometrajes de la Gerencia de Fomento del INCAA de Argentina Liliana Amate y el director del Festival de Cine en la Calle de Quito – Ecuador Esteban Matute Echeverri.

El VIII Festival Internacional de Cortometrajes Cusco, Perú, es organizado por la Asociación Cultural Delluc, conformada por un grupo de gente amante del cine, con gran compromiso social, y la Municipalidad Provincial del Cusco. FENACO desde su nacimiento cuenta con el apoyo y la confianza desinteresada del Hotel Arqueólogo, Maya Inversiones E.I.R.L. (Discoteca Mama África) y Cusco Restaurants, quienes cada año colaboran en la materialización de este sueño.

Agradecemos la difusión de la misma.

Contactos:

Inés Agresott y/o Tonanieva Puertas

Telfs. (511) 472 5786 Cel. (511) 992 421801 / 993161759

Jr. Pumacahua 2190 Dpto. 403 Lince – Lima 14

Correos electrónicos: fenacocusco@yahoo.es, fenaco@festivalcinecusco.com

Web: www.festivalcinecusco.com

Blog: http://festivalcortometrajescusco.wordpress.com




Saturday, November 05, 2011

EXHIBIDORES Y “… MALAS INTENCIONES”. POR MANUEL SILES.



A propósito de la carta enviada a la Asociación de Exhibidores de Cine por parte de la Dirección de Industrias Culturales del Ministerio de Cultura, “demandando” un trato igual al que recibe el cine extranjero para la película peruana “Las Malas Intenciones”, ha habido un nutrido pronunciamiento de parte, no sólo de los cineastas, sino también de mucha gente que no tiene relación con la realización del cine peruano.

Previsiblemente la mayoría de quienes estamos del lado de la realización hemos recibido con entusiasmo la posición comprometida de esa oficina, que no ha agotado sus fuerzas en el discurso solidario, sino que ha tomado una acción precisa y firme, cuyos resultados ya se han hecho notar. La misma Ministra en una conferencia de prensa mostró su preferente atención al respecto y se pronunció sin eufemismos a favor del trato igualitario para el cine peruano.

Yo no lo sé con certeza, pero hasta donde puedo recordar debe ser la primera vez que vemos una actitud así de comprometida y valiente desde que se promulgó la actual ley de cine Nº 26370 que, a lo largo de su vida, se ha caracterizado porque quienes estaban encargados de su cumplimiento se preocuparan, precisamente, de que no se cumpla, especialmente en cuanto a lo que podía irritar a los representantes de los poderosos intereses económicos que existen alrededor del cine.

En cambio, si no la mayoría, no pocos espectadores han hecho saber sin lugar a dudas, en blogs y ediciones electrónicas de diarios importantes, que esa intervención de la mencionada oficina es un atropello a la libertad de empresa y una imposición inaceptable, cuando no ilegal.

Las razones son variadas y los realizadores no deberíamos tomar el camino fácil de descalificarlas arguyendo que provienen de los enemigos del cine peruano, sin hacer un análisis desapasionado de las más recurrentes, a pesar de que (por lo menos a mí) me parece que algunas de ellas obedecen a falta de conocimiento de algunos tópicos más técnicos o especializados, que sólo manejan (y ni siquiera todos) quienes se hallan involucrados en el quehacer del cine nacional, verbigracia, la misma ley vigente. Pero aún así, insisto, deberíamos atenderlas, porque además de referirse al hecho concreto que afecta a esa película, muestran el divorcio que existe entre el público peruano y su cine, que es una brecha que a todos los que pensamos que éste, antes que un negocio y más allá de los clisés, es un vehículo de inclusión y de difusión cultural, nos debería interesar reducir.

En esta ocasión voy a referirme a dos de esas razones porque he visto que muchas de las otras son reformulaciones de ellas o las tienen como sustento o base lógica. Ojalá alguien más se anime a abordar el tema y así lo complete.

La primera tiene que ver con la formulación de la siguiente pregunta: ¿por qué en un modelo económico liberal, como el peruano, el estado debe intervenir regalando dinero del erario público, para la elaboración de un producto como cualquier otro que se ofrece al mercado y, por añadidura, obligar a su consumo?

La segunda es la declaración contundente de que el cine peruano es en su totalidad un mamarracho impresentable (sic), que no merece el obsequio del dinero de los contribuyentes y mucho menos que a los espectadores se les obligue a sufrirlo. Se citan los infaltables desnudos usados como carnada, los temas escandalosos y frívolos o, con el mismo pavor, los temas sesudos, supuestamente trascendentes, cuando no crípticos, que obedecen al solipsista interés del autor.

Sobre el primer punto no podría estar más de acuerdo en que, en efecto, el Estado no tiene por qué disponer de la recaudación fiscal para obsequiarla graciosamente a quienes participan del negocio cinematográfico, tanto en la producción como en la exhibición. Los hombres y mujeres de negocios deberían arriesgar sus capitales y no el difícil dinero del pueblo.

En cuanto a la intervención del Estado en el mercado, en efecto, es inaceptable que en un sistema liberal se entrometa en éste a favor o en contra de cualquier empresa. Sin embargo hay que señalar que el debate sobre qué tipo de modelo de desarrollo queremos todavía no ha concluido, de manera que aceptar como un principio sagrado que debe ser el liberal es un exceso.

En todo el mundo se cuestiona ahora, incluso por algunos de sus hasta ayer principales defensores, la validez del sistema liberal y su sostenimiento sin ningún análisis crítico, y se achacan las consecuencias del derrumbe de las principales economías del mundo al modelo en sí mismo, por lo que indudablemente sobre el tema aun hay mucho qué decir, felizmente.

Pero incluso aceptando que el modelo a seguir tuviera que ser el liberal sin ningún matiz, uno de los requisitos sine qua non para su correcto funcionamiento es que el mercado sea igual para todos brindando las mismas oportunidades a quienes participan de la producción y venta de cualquier producto. No es verdad que El Estado esté impedido de intervenir, es más, precisamente su principal función es la de intervenir cuando el mercado presente alguna anomalía, como por ejemplo prácticas monopólicas o acoso o competencia ilegal o desleal a cualquier empresa. Para eso existen organismos especializados pensados especialmente para detectar y corregir, “interviniendo”, tan luego aparezcan dichas prácticas. En el Perú, por ejemplo, el INDECOPI. Por eso se dio una ley de cine y por eso ahora se busca dictar otra más acorde a los cambios tecnológicos así como atendiendo al análisis del mercado tal cual se encuentra actualmente.

El primer elemento a tener en cuenta es que en el Perú hay un monopolio controlado por los productos de Hollywood que cuentan con la exclusividad de la cadena de distribución, impidiendo o dificultando hasta hacer inviable la exhibición comercial de cualquier otra película ajena a la producción de las llamadas Majors. Luego hay que señalar que, como El Estado protege la igualdad de trato para las películas peruanas respecto a las extranjeras, las exhibidoras acosan a estas últimas suprimiendo sus horarios estelares, cancelando sin ningún aviso funciones, censurando sin ningún criterio y por sí y ante sí el acceso de determinado sector del público por su edad a las películas, comparando sus ingresos (magros) a los de los mundialmente más promocionados blockbusters, ocultando sus publicidades y, por último, retirándolos de la cartelera una vez cumplida la primera semana que les permita argumentar que se le dio un trato igual al de cualquier película.

Incluso se ha dado el caso de películas peruanas que han conseguido más público que muchas extranjeras e igual se les ha retirado de la cartelera. Un ejemplo emblemático fue la producción “Peloteros” que durante su exhibición en Trujillo consiguió más público que un poderoso block buster (si no estoy mal informado nada menos que Harry Potter, aunque en realidad no es importante cuál) y aun así (o, tal vez, precisamente por eso) fue retirada de la cartelera, lo que motivó la queja formal de parte de sus realizadores ante el CONACINE, en donde están representados los exhibidores, los directores y el INDECOPI, entre otros actores más del que hacer cinematográfico nacional.

Hasta la fecha el CONACINE no se ha pronunciado, es más, no se ha reunido para tocar ese tema, ya que cada vez que se le convocó con esa agenda no asistieron ni los representantes de los exhibidores y distribuidores ni el de INDECOPI. Han pasado varios años desde ese flagrante atropello y ya nadie espera que se pronuncien, ni siquiera respecto a lo recientemente ocurrido con “Las Malas Intenciones” o, en realidad, a lo que sea.

En cuanto al segundo punto, lamentando lo exhaustivo de esa expresión, debo decir que es una verdad a medias. A pesar de que reconozco que se pueda disentir sobre la proporción, tal vez generosa, que yo uso, sí estoy convencido de que toda generalización angosta el debate. No es verdad que todo el cine peruano sea un mamarracho, también hay propuestas valiosas, aunque pocas. Sin embargo, la pobreza de nuestro cine podría ser, contrario sensu, una de las razones para su ayuda.

No por hallar consuelo sino para señalar un hecho relevante, añadiré que esa orfandad de bondad en las propuestas de nuestros cineastas es, en realidad, una característica de cualquier expresión artística y que trasciende lo nacional.

Tanto aquí como en cualquier parte del mundo son mucho menos frecuentes las obras que poseen verdadero valor en relación con la cantidad de ellas que quisieran lograr convertirse en obras de arte.

De otro lado, es inevitable referirse a la apreciación subjetiva de quien se acerca a una propuesta artística; lo que para unos es despreciable, es para otros digno del mayor encomio. De hecho entre los mismos cineastas existe ese parecer y ahora mismo se ve un escenario dividido en el que desde cada orilla se acusa a la otra parte de hacer cualquier cosa menos cine, vindicando las propuestas propias y descalificando las contrarias. No debería sorprendernos que los espectadores también tomen diferentes partidos.

Pero lo fundamental respecto a la objeción de que el cine peruano es malo a mi parecer va más allá, puesto que no solo el cine peruano lo es, sino casi todo lo que se exhibe, y la responsabilidad de esa situación no corresponde a los realizadores peruanos, que casi no participan de la exhibición, sino a los extranjeros, que dominan la cartelera. De manera que en el Perú se pasa pésimo cine en abundancia y (he aquí lo sorprendente) con excelentes resultados en la taquilla. Así es, misteriosamente, que en una película abunde la pacotilla no significa en lo absoluto que no logre atraer al público de modo masivo.

Tal vez el problema de las películas peruanas no es que sean malas, sino que tienen una forma particular de ser malas. Digámoslo así: un modo peruano de maldad. De la misma manera, cuando son buenas (ese fenómeno extraordinario se presenta alguna vez) conservan esa particularidad peruana en su bondad. Puesto de otro modo, el público aprecia mucho más propuestas, no del extranjero en general, sino de Hollywood en particular, entre muchas razones, porque es el tipo de cine que está habituado a ver desde que nació. Y es que el cine, como se sabe, es un lenguaje y, por consiguiente, para que consiga interlocutores requiere de una alfabetización de los hablantes, que solo es posible cuando se frecuenta dicho lenguaje.

Por supuesto hay más, y sólo alguien con conocimientos sociológicos podría aventurarse en un tema tan arduo y resolverlo con solvencia, por lo que yo, mucho más modesto, únicamente intentaré señalar alguna hipótesis que puedan servir para que alguien mejor preparado intente una verdadera respuesta.

Y es que nuestro país, que tiene un cine muy incipiente, ha recibido con la producción hollywoodense no solo un lenguaje, por lo general espectacular y abundante en recursos retóricos, sino también un modelo cultural enorme y abarcador al que hoy día parece casi imposible presentar una alternativa.

La cultura del éxito entendido no como la realización plena del ser humano en cuanto a su desarrollo cultural y emocional, sino como la acumulación de bienes y su disfrute inmediato para ser reemplazados por otros, manteniendo e impulsando la cadena productiva y de consumo; la importación de una estética que no se reduce a la artística sino que incluye la imposición de un fenotipo que inconscientemente nos hace rechazarnos como somos y nos impele a parecernos física y psíquicamente a modelos de mujer u hombre con un color de piel, un color de cabello, un color de ojos, con un tono muscular, que bebe cierto tipo de licores, que viste de una manera específica, que come de una manera y en lugares que cumplen características especiales, que habla de una cierta manera, que aborda ciertos temas y que se educa de cierta forma, entre otras cosas, ha reducido las propuestas culturales propias hasta tal punto que muchas personas necesitan hacer verdaderos milagros, a veces con riesgo de la propia vida, para corregir algunos “errores de fábrica” y parecerse al modelo importado, olvidándose de quiénes somos verdaderamente lo que, por el contrario, se convierte en motivo de bochorno.

Increíblemente en Lima podría haber más mujeres rubias que en algunas ciudades de Estados Unidos. Por supuesto, la mayoría de esa rubiedad no superaría una prueba antidoping.

Si esta hipótesis fuera cierta, no es difícil imaginar cuan poco interés puede despertar una película que, no sólo no representa lo que quisiéramos ser, si no que, para escándalo de buena parte del público, nos recuerda quiénes somos.

Al margen de las áridas consideraciones filosóficas respecto a la libertad real o supuesta del público para elegir las películas que ve, dicho lo anterior, parece claro que el Estado sí tiene una responsabilidad frente a la producción, fomento, difusión y conservación del patrimonio cultural de la nación, concepto que no tiene nada que ver con los negocios. En tal sentido, la carta enviada a la Asociación de Exhibidores no sólo ha sido oportuna sino, sobre todo, inevitable, siempre que aspiremos a construir un país de ciudadanos que encuentren valor y motivo de orgullo en las cosas que hacemos y en quiénes somos; que sean capaces de identificarse con una idea de nación propia, genuina, originaria, que logre confrontarse con otras consideraciones culturales en términos, no de aislamiento y prejuicio, sino de igualdad tal que permita el enriquecimiento de nuestro horizonte cultural, en vez de su reemplazo, sin más, por uno que se nos impone.

Manuel Siles.




Wednesday, November 02, 2011

CICLO "MADE IN JAPAN": 4 PELÍCULAS DE CULTO. EN LA CAYETANO HEREDIA.


Centro Cultural de la Universidad Cayetano Heredia.
Av. Armendáriz 445 Miraflores.
Auditorio Alberto Hurtado. 8 de la noche.
Ingreso Libre.




Lunes 7 de Noviembre. Auditorio Alberto Hurtado. 8 pm:
Lady Snowblood (Shurayukihime), de Toshiya Fujita (1973, 97'). La venganza es un deber para el cual ella ha sido programada. Kill Bill le debe no poco. Violenta, salvaje, refinada, sangrienta, musical, dramática, experimental, absurda. También contemplativa, y, sobre todo, estilizada. Un samurai con piel suave, buen pulso y labios pintados…



Lunes 14 de Noviembre. Auditorio Alberto Hurtado. 8 pm:
Emperor Tomato Ketchup (Tomato Ketchup Kòtei), de Shûji Terayama (1971, 27´/ 1996, 72’). Brillante sátira surreal. Los niños toman el poder. Quiebran las normas establecidas. Sensual, mágica, perturbadora, es el reconocimento de que el disfrute es más importante que el enriquecimiento lo que hacer de esta película una maravilla ‘marxiana’…


Lunes 21 de Noviembre. Auditorio Alberto Hurtado. 8 pm:

Infierno (Jigoku), de Nobuo Nakagawa (1960, 101’). Habla sobre el deseo y la transitoriedad, los dobles, y el miedo al compromiso, y es un trip dantesco de visiones... desde una óptica budista y con una estructura fracturada y vibrante como el mejor jazz… El padre del film de horror japonés destila lo mejor de su sabiduría justo aquí.



Lunes 28 de Noviembre. Auditorio Alberto Hurtado. 8 pm:
Violated angels (Osakareta Hakui), de Kôji Wakamatsu (1967, 56’). Un hombre a quien unas enfremeras dejan entrar una noche de lluvia realiza su siniestra tarea sin prisa y sin pausa, hasta que… Insólita y delirante, y basada en un asesinato en serie ocurrido en EEUU, parece ser para algunos solo una película misógina y antifeminista pero es de hecho algo más...